Teatro Strappato, fundado en España en 2011 por Cecilia Scrittore, Vene Vieitez y Jesús Martínez, cobra vida a partir de la idea de necesidad. Lo necesario es la condición inicial, la exigencia motivadora de la cual nace el trazo poético, la chispa que enciende el motor de la investigación artística, el vínculo entre Realidad y Arte.
Una Historia Insignificante, nos recuerda que <<no nos damos cuenta de cuál es nuestra desgracia simplemente porque olvidamos, o nos resulta imposible recordar, lo que sabemos. Esa es la verdadera tragedia de nuestra era, vivimos en el olvido de lo que sabemos y lo que recordamos no vale la pena>>
Un acto único, un cuadro que cobra vida con la risa del público y crece a base de carcajadas. Un espectáculo que reconstruye, detalle a detalle, una hora cualquiera, quizás la más importante o la más insignificante de una vida que vista desde fuera no es más que una comedia, como la historia de cada quien, protagonizada por un anónimo soñador. Como toda buena Historia, “Una Historia Insignificante”, tiene un epilogo dictado por su destino; el único final posible, un final inesperado.
Veremos cuan poco “romántico” es el amor cuando se ama de verdad, asistiremos a la lucha que hace de un hombre un héroe sin darse cuenta y nos sorprenderemos al ver cuantas cosas hay que recordar para no perder el hilo de la propia vida.
El protagonista soñador de “Una historia insignificante” conquista el público convirtiéndolo en el cómplice de su extravagante cotidianidad y lo hará sonreír de ternura mientras se ríe de él y llora por él.
“Una historia insignificante” es, como dijo del tango Enrique Santos Discepolo, “un pensamiento triste que se baila”.
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